El pozo de Airón.
Orígenes Míticos: El Pozo Airón toma su nombre de un dios indígena vinculado con el inframundo. A lo largo de todo el mundo, se encuentran simas y pozos bautizados como «Pozo Airón» en honor a esta deidad. Según la leyenda, en estos lugares de gran profundidad se realizaban sacrificios humanos como parte del culto a Airón.
El Poder del Pozo: El antiguo escritor romano Plinio el Viejo, en su obra «Historia Natural» del siglo I, mencionó la creencia de que estos pozos tenían el poder de calmar los movimientos sísmicos. Se creía que las aberturas de estos pozos permitían que las tensiones de las profundidades de la tierra se liberaran, evitando así terremotos catastróficos. A finales del siglo XVIII, Granada fue sacudida por una serie de terremotos, especialmente los de 1778. La población local atribuyó estos desastres a la creencia de que el Pozo Airón había sido cegado. La idea era que al cerrarse la conexión con las profundidades de la tierra, las tensiones se acumulaban y provocaban los temblores. Después de los devastadores terremotos de 1778, los habitantes de Granada solicitaron a las autoridades que reabrieran la sima de Calle Elvira para aplacar las fuerzas telúricas que parecían provenir de las profundidades. Sin embargo, su petición fue denegada. El Pozo Airón y su leyenda perduran como parte de la rica historia de Granada. Aunque su influencia mítica en la prevención de terremotos permanece en el pasado, su historia sigue cautivando a quienes visitan esta encantadora ciudad andaluza, recordándonos la profundidad de las creencias populares y la conexión entre mito y realidad en la historia de Granada.