En un caluroso atardecer de 1985, el Hospital Materno Infantil se convirtió en el escenario de un enigma. Elena de Teresa, una enfermera, fue testigo de lo extraordinario cuando una joven nerviosa buscaba desesperadamente al médico de su madre recién operada. La búsqueda incesante de la joven por el médico de su madre, incluso después de su misteriosa desaparición en la sala de espera, dejó a todos perplejos.

A medida que la historia se desenvolvía, se reveló que la enigmática figura era, de hecho, la hija fallecida de la paciente, un dato que sumergió la trama en una dimensión aún más intrigante. El asombro creció cuando Alicia, la anestesista, se atrevió a visitar a la familia de la mujer operada y descubrió una foto de la misteriosa chica en la habitación.

La reacción visceral y casi violenta de los familiares al descubrir que Alicia sabía de la «aparición» desató más preguntas que respuestas. La joven, que había perdido la vida dos años antes en un accidente de tráfico, parecía haber vuelto de alguna manera, desafiando las leyes de la realidad y abriendo la puerta a un misterio que continuaba sin resolverse.

Este episodio en el Hospital Materno Infantil no solo dejó una marca imborrable en la memoria de quienes lo vivieron, sino que también planteó reflexiones profundas sobre la naturaleza de la vida, la muerte y lo que podría existir más allá de nuestra comprensión convencional. Un relato que se convirtió en un enigma sin resolver.