También conocida como «Bab al-Ramla» en árabe o «Puerta del Arenal», es un emblemático monumento de Granada con una historia fascinante. Conocida también como el «Arco de las Orejas» debido a las suposiciones de que en ella se exponían los miembros de los malhechores ejecutados por la justicia, esta puerta ha sido testigo de eventos cruciales en la ciudad. Originalmente emplazada en la muralla de la medina de Granada, esta puerta ha sido testigo de siglos de historia. Aunque enfrentó un debate polémico sobre su demolición o recuperación, finalmente fue desmontada y reconstruida en su ubicación actual en el paseo de las alamedas de la Alhambra. Su restauración cuidadosa la ha integrado perfectamente en el Conjunto Monumental, evocando la «poética de las ruinas» y transportando a los visitantes a tiempos pasados. Esta puerta es un testimonio vivo de la rica historia de Granada y un punto de referencia imprescindible para los amantes de la arquitectura y la historia.